Tolima, un departamento en el corazón de Colombia, ofrece un paisaje diverso con todos los pisos térmicos, una rica biodiversidad y una vibrante escena cultural. Esta región «todo terreno» cuenta con montañas, valles y una gama de temperaturas que van desde las cumbres heladas hasta los valles abrasadores, todo ello atravesado por el caudaloso río Magdalena.
Una geografía de extremos
La geografía del Tolima es un impresionante despliegue de extremos. Desde los picos nevados del Nevado del Ruiz, a 5.000 metros sobre el nivel del mar, hasta los valles que descienden hasta 400 metros, es una tierra de contrastes. El departamento también alberga el río más largo de Colombia, el Magdalena, y otros cursos fluviales importantes como el río Saldaña.
Este variado terreno es crucial para la agricultura de la región, que produce cultivos como arroz, plátanos, algodón, aguacate y café. Conocido como el «ombligo» de Colombia por su situación estratégica, Tolima es un centro vital para el comercio.
Tradiciones culinarias
La cocina de Tolima es famosa en toda Colombia y fuera de ella. En los mercados locales, conocidos como «galerías», podrá degustar platos tradicionales que reflejan la profunda conexión de la región con el río. Pruebe la lechona, el tamal tolimense, el viudo de bocachico y el viudo de capaz.
Epicentro cultural
El Tolima es célebre por sus manifestaciones culturales, especialmente por su música. El departamento ha conservado su folclore precolombino a través de la música y la danza. Ibagué, su capital, ostenta con orgullo el título de «Capital Musical de Colombia» desde 1886, una distinción reconocida en todo el mundo.
Aunque el Tolima comparte ritmos tradicionales como el pasillo, el bambuco y el sanjuanero con el vecino Huila, La Caña, un género musical autóctono, es su orgullo. Este género rinde homenaje a las raíces agrícolas de la región.
Festivales anuales, como el Festival de Música Folclórica Colombiana, las Fiestas de la Chamba, el Festival Mangostino de Oro y el Magdalena Fest, celebran las tradiciones y el folclore locales.
La mitología indígena de Tolima, entrelazada con la resistencia de las comunidades pijao y panche a la colonización española, sigue influyendo en las creencias locales. Los espíritus del bosque, el agua y la tierra desempeñan un papel importante en la vida de los pescadores y agricultores del río Magdalena.
La herencia indígena también da forma a la artesanía local. Los artesanos fabrican cerámica en Guamo, sombreros de palma en Purificación, Saldaña y Chaparral, y productos de mimbre, sobre todo en San Antonio.
Ciudad de los Puentes
No se puede exagerar la importancia histórica y cultural de Honda, municipio del Tolima. Su prosperidad en los siglos XIX y XX se construyó en torno a los puertos fluviales de Caracolí y Arranca Plumas, en el río Magdalena.
Casas coloniales y de estilo republicano jalonan las calles de Honda, hoy Patrimonio Histórico Nacional. Su encanto ha inspirado literatura, música, carnavales y museos. Destacan la calle de las Trampas, el Carnaval de la Subienda, la plaza de abastos, el Museo del Río Magdalena, el Puente Navarro y el Callejón de San José.
Honda también se ha convertido en punto de encuentro para los aficionados al ciclismo que buscan conquistar el reto del Alto de Letras, considerado uno de los ascensos más largos del mundo.