Bienvenidos a Boyacá, el departamento que palpita al ritmo de la gratitud, el respeto por la tierra y la generosidad de su gente. En esta tierra fértil, los habitantes, con humildes corazones, llevan consigo un legado ancestral de trabajo duro y cosechas generosas que nutren los hogares de toda Colombia.
Boyacá, el granero de Colombia, es un territorio bendecido por una geografía que abarca todos los pisos térmicos. Desde las montañas hasta los valles, los bosques y los páramos, cada rincón irradia serenidad. Aquí, la bienvenida es cálida, y sus habitantes, modestos y amigables, abren sus corazones para mostrarte lo mejor de su tierra.
La Despensa de Colombia
Gracias a su diversidad geográfica, Boyacá se ha convertido en una despensa invaluable para Colombia. Esta tierra generosa no solo alimenta a sus propios habitantes sino que provee gran parte de los alimentos que llegan a las mesas de todo el país.
La riqueza agrícola de Boyacá se refleja en su gastronomía. Platos como la mazamorra chiquita, el cuchuco de trigo y el mute de maíz, son abrazos de la tradición que mezclan frijoles, cubios, nabos, habas, papas y otros tubérculos. Esta es la herencia de los indígenas y los abuelos que se encuentra en cada bocado. Y no podemos olvidar el cocido boyacense, la fritanga, las arepas y los envueltos y amasijos.
Festival de la Tomatina de Sutamarchán: Una Batalla de Tomates Única
La bonanza de los cultivos también se celebra en el Festival de la Tomatina de Sutamarchán. Agricultores locales recolectan los tomates maduros que no son aptos para el consumo y los utilizan como «munición» en una batalla de tomates. Grandes y pequeños participan en esta divertida tradición que une a la comunidad.
Lugares de Contemplación
Boyacá, con su diversidad de paisajes que abarcan cinco pisos térmicos, es un paraíso para los amantes de la naturaleza y la contemplación. Algunos de los lugares más impresionantes incluyen el Páramo de Ocetá, las relajantes Aguas Termales de Paipa, la serena Laguna de Tota, la mística Laguna de Iguaque, el mágico Desierto de la Candelaria, los pintorescos Pozos Azules de Villa de Leyva y el majestuoso Parque Nacional Natural del Cocuy, con su impresionante masa glaciar.
Gente Modesta y Humilde
Boyacá se representa como una tierra de «brazos abiertos», simbolizando su calidez y hospitalidad. Sus habitantes son personas modestas y humildes, arraigadas a su tierra y orgullosas de sus raíces campesinas.
La Ruana, Sumercé y la Carranga: Símbolos de Identidad
- La Ruana: Esta prenda representa la protección de las tradiciones y el conocimiento ancestral.
- Sumercé: Un gesto que refleja respeto, humildad y cercanía en las relaciones.
- La Carranga: El género musical boyacense que narra la vida y las tradiciones de los campesinos.
Múltiples Saberes y Artesanía
Los boyacenses son expertos artesanos en la creación de ruanas, alpargatas, tapetes, cobijas, cestas y sombreros. Además, son parte importante del sector ganadero y contribuyen significativamente a la producción de esmeraldas en el país.
Destinos de Historia e Identidad
Boyacá atesora su historia y tradiciones en lugares como Villa de Leyva, con sus casas blancas y su imponente Plaza; la Casa Terracota, la cerámica más grande del mundo; el Parque Arqueológico de Moniquirá El Infiernito; el pintoresco municipio de Ráquira, famoso por su alfarería; y Nobsa, conocido por sus emblemáticas ruanas.
Boyacá es un tesoro de Colombia que combina la abundancia de la tierra con la hospitalidad de su gente. Ven y descubre este rincón lleno de vida, cultura y tradiciones que perduran a lo largo del tiempo. ¡Boyacá te espera con los brazos abiertos!